Continuamos el análisis de "Perspectivas de Proptech", el informe que llevó a cabo el IREM*. En esta segunda entrega, se indagará en cómo los administradores de comunidades implementan -o no- la tecnología en su día a día.
El IREM (*Instituto de Gestión Inmobiliaria) encuestó a fines del 2022 a administradores y profesionales del sector inmobiliario sobre la tecnología en el mercado. El resultado se plasmó en un informe llamado "Perspectivas de Proptech". Coterranea ya comenzó a analizarlo y, en una primera entrega (ver nota aqui) indagó sobre el principal problema que tienen los profesionales y cómo la tecnología ayuda a solucionarlo. Hoy, ahondaremos en cómo implementan las proptech y por qué aún no todos se adhieren a las mismas.
Los encuestados del informe indicaron una confianza creciente en que la tecnología y distintas herramientas digitales pueden brindar soluciones reales a algunos de los mayores desafíos que enfrentan en sus propiedades. Sin embargo, su implementación -al menos en el mercado de la administración de comunidades- todavía es un gran obstáculo por varias razones.
De acuerdo al informe, la implementación de herramientas tecnológicas de cualquier tipo en las propiedades que gestiona un administrador de comunidades puede ser una excelente manera de mejorar la eficiencia y la productividad. Esto se debe a que el proptech puede ayudar a los profesionales a gestionar mejor sus propiedades, aumentar la seguridad, mejorar la comunicación con los inquilinos y ahorrar tiempo y recursos.
Pero, ¿por qué aún existen administraciones que envían sus gastos comunes mediante una hoja de papel o que no da aviso a través de mensajes a sus residentes? Según los encuestados del IREM, el principal problema es la imposibilidad económica. Es decir, por falta de fondos de la comunidad, no se pueden afrontar gastos para lograr el salto tecnológico. Sin embargo, añadimos dos más: Falta de investigación: la oferta tecnológica que existe para este rubro -y muchos más-, es bestial. Pero la falta de investigación (o de interés) lleva a que administradores continúen utilizando, por ejemplo, hojas de Excel para llevar los gastos. Este motivo va de la mano con el último, que es la resistencia al cambio. ¿Por qué? Por desinterés, por diferencia etaria, por temor a lo desconocido, etc.
Uno de los miembros de la Junta Asesora de Tecnología es Pepe Gutiérrez, un amigo de Coterránea que desde hace años impulsa a que la tecnología tome un lugar central, a través de congresos y libros de su autoría, como Condo.Tech – Vive y convive con la tecnología (leélo aquí). En el prólogo del libro mencionado, Salvador Díez Lloris (administrador de fincas español) narra: “Pepe nos hablaba de Skype como una herramienta que había que incorporar a nuestros despachos. ¡Dónde vamos a llegar! ¡Estamos locos! A los que seguimos teniendo una mentalidad demasiado analógica nos costaba comprender su utilidad y confesaré: no hacíamos mucho caso. Lo que entonces parecía un futurible, poco después se convirtió en un instrumento útil y, hoy en día, resulta imprescindible usar este tipo de aplicaciones”.
En una entrevista a Sintetia (ver la nota completa aquí), Pepe Gutiérrez afirmó: “Un administrador de fincas es un enganche para facilitar la entrega, gestión y experiencia de usuario de todo el sector del delivery y del comercio electrónico. Las posibilidades, como ves, para un administrador de fincas crecen y se redefinen cada día”.
Esperamos que las palabras de Pepe y esta nota sean una oportunidad para que los administradores de comunidades sean conscientes de los beneficios de la incorporación de tecnología en el mercado. Las proptech ofrecen una mejora en la eficiencia, la transparencia y la seguridad para los propietarios e inquilinos. Es una inversión que garantiza futuro.
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