Gastos comunes digitales, uso limitado de amenities, asambleas onlines y grupos de WhatsApp de comunidades son sólo algunos de los ítems que revolucionaron la vida profesional de los administradores de fincas a inicios del 2020 con la llegada del COVID-19. Pero, ¿esa normalidad ya se estableció o se continúa en constante aprendizaje? Hacemos eco del Congreso que se realizó en Málaga, que apuntó a conectar con el futuro y seguir creciendo en la profesión.
Coterránea, al igual que los administradores, tuvo que adaptar su empresa a las nuevas necesidades que presentaron al inicio de la pandemia de COVID-19. El confinamiento obligó a repensar la forma de comunicar y de solucionar problemas digitalmente. Pero, esa realidad ya se siente afianzada y establecida como la nueva e inamovible. Sin embargo, esto no es así ya que -como todo-, el mundo cambia y evoluciona a pasos agigantados.
Recordamos que Víctor Alaniz -CEO/Fundador de Coterránea-, con el fin de estar actualizado se hizo presente a principios de mes en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, sede y testigo del XXII Congreso Nacional de Administradores de Fincas (CNAF2022). Centenares de administradores de fincas y profesionales de países de habla hispana e inglesa se acercaron a la ciudad portuaria en la Costa del Sol para el encuentro, que tuvo como objetivo debatir el futuro de la profesión de administración de fincas y propiedades luego de los cambios sucedidos en la sociedad -y en el mundo- con la llegada de la pandemia del COVID-19.
Víctor Alaniz dialogó con Manuel Jiménez Caro,el Presidente del del Colegio de Fincas de Málaga.
Bajo la consigna de "Conectamos con el futuro" y la eficiencia energética como bandera, los profesionales y colegiados debatieron frente a dos desafíos que moldean la realidad del administrador de fincas: por un lado, la capacidad de adaptación de las comunidades de propietarios para acercarse más al concepto de ciudad inteligente; y por otro lado, la verdadera posibilidad de rehabilitación de los edificios y residencias para arribar a un consumo inteligente.
En esta búsqueda de soluciones para adaptar los edificios y residencias a un estado inteligente, se deliberó sobre la modificación de las instalaciones para reducir el consumo y aumentar la presencia de las tecnologías renovables. También se debatieron las posibilidades brindadas por los Fondos Next Generation para la rehabilitación y transformación de viviendas. Es importante destacar que los edificios en España son responsables del 30% de consumo de energía final y del 25% de las emisiones de carbono. Con el fin de reducir estos porcentajes es imprescindible hacer un uso responsable de los recursos, tanto energéticos como naturales.
Para concluir, y de acuerdo a todo lo discutido en el Congreso, es evidente que la profesión avanza a medida que también lo hace la sociedad, por lo que debemos estar alertas y en evolución constante.
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